
aguardaban la salida. De este forma, la Blanca Paloma, tras nueve meses, inició el regreso a su santuario de El Rocío y abandonaba Almonte, adonde no volverá hasta dentro de siete años.
La imagen de la Blanca Paloma ha recorrido las calles de la localidad bajo el sonido permanente de los disparos de los trabucos y al alba, desde El Chaparral, se ha adentrado en el Camino de los Llanos para recorrer durante buena casi todo el día el último tramo de su definitivo regreso al santuario marismeño. Allí ha llegado ya bien entrada la jornada del domingo seguida por un mar de devoción que ha caminado en todo momento tras los pasos de la Blanca Paloma.
Antes de adentrarse en el Camino de los Llanos la Virgen ha sido cubierta con un guardapolvos para salvaguardarla de posibles daños y realizar el recorrido sin asumir demasiados riesgos que pongan en peligro su integridad.
Cubierta por el pañito sobre su rostro ha recorrido todo el Camino de los Llanos durante unas 14 horas y ha hecho la entrada en la aldea a las 8 de la tarde del domingo. En ese momento, las camaristas han retirado el panito y el guardapolva tras lo cual la imagen ha dirigido sus pasos de la mano de los almonteños hacia su santuario por las calles de El Rocío. En la puerta de la ermita en ese instante ya la esperaban miles de personas para presenciar su entrada.